lunes, 7 de septiembre de 2020

¿Filosofía?


¿Filosofía? ¿Y eso qué es? ¿En qué consiste la filosofía? ¿A qué se dedica? ¿Y sirve para algo?


Si te has planteado estas preguntas, entonces aunque no lo sepas tienes algo de filósofo. Para que sepas por qué, déjame explicarte primero una pequeña historia. Cuentan por ahí que en la antigua Grecia llamaban sabio (sofós) a quien sabía mucho de algún tema en particular. Entre estas personas muy sabias estaba sin duda Pitágoras, a quien ya conocerás porque entre otras cosas era un gran matemático. Pero dicen que cuando a Pitágoras le preguntaron por su profesión, él no se atrevió a llamarse a sí mismo "sabio" (sofós), y prefirió decir que era un "amante de la sabiduría" (filósofo). Así que un filósofo es alguien que, en lugar de creerse muy listo porque tiene todas las respuestas, más bien se considera lleno de preguntas y en busca de algunas posibles contestaciones. De manera que todos somos algo filósofos, porque todos antes o después nos hacemos preguntas difíciles que necesitamos responder.


Los filósofos no están en posesión de la verdad, sino que se pasan la vida buscándola. Como actitud no está mal, ¿verdad? Y es que esta búsqueda es muy difícil, por eso resulta tan complicado - y tan presuntuoso - creer que la hemos alcanzado. El problema es que las preguntas que intentan contestar los filósofos son tan complicadas como importantes. Se trata de preguntas radicales, que van al fondo de los problemas humanos y que se cuestionan la totalidad de lo real. En esto la filosofía se diferencia de las ciencias (como la biología o la astronomía), puesto que las ciencias se preguntan por aspectos concretos y particulares de la realidad (como los seres vivos o los astros), mientras que la filosofía se ocupa de cuestiones mucho más generales y profundas, preguntándose por temas que están, por así decirlo, por "debajo" de las cuestiones que preocupan al resto de las ciencias. Y además, la filosofía se distingue de las ciencias por su método, ya que no es posible aplicar el método experimental a las preguntas filosóficas.


¿Y esto para qué sirve? Buena pregunta, la verdad... Pues aunque mucha gente os dirá que la filosofía no sirve para nada, yo no tengo la misma opinión. A mí me parece que la filosofía es una de las cosas más importantes que pueden aprenderse. En primer lugar porque todos, antes o después, nos hacemos algunas preguntas profundas y difíciles que necesitan una respuesta. En segundo lugar, porque la filosofía nos enseña a ser críticos y a analizar las ideas que todo el mundo a nuestro alrededor acepta sin cuestionárselas. Y en tercer lugar porque puede ayudarnos a resolver el problema más importante de nuestras vidas, que en mi opinión - y en la de muchos otros filósofos - es la cuestión de cómo debemos actuar para ser felices y poder convivir con los demás satisfactoriamente. Después de esta pequeña introducción, espero que al menos tengáis algo más de curiosidad por esta peculiar asignatura Así que... ¡bienvenidos a la filosofía!

 

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